Buscando el correo acabó lamiéndole la suela
Eso que te levantas de buena mañana y vas abajo a ver si te ha llegado la última revista de Femdom Art, y cuando llegas al buzón, una rubiaza con unas especulares botas dignas de alabar. Curiosamente la chica ya me empezó a mirar mal, eso eran buenas noticias para mi. A los pocos segundos me di cuenta que era una chica dominante. Entonces le pregunté…¿puedo ver tus zapatos? Y ella me dio una respuesta que me dejo helado: Si vas a mirarlos solo coge tu correo y lárgate, si vas a limpiarme la suela con la lengua y estás dispuesto a que te humillen, adelante”. Y ahí empezó todo.
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